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Pedirle humildemente que ilumine y guíe cada uno de nuestros pasos...
Por treceavo año consecutivo damos inicio a la Misa del Señor de los Milagros, tradición surgida gracias a la iniciativa de quien en vida fue nuestro compatriota, el ciudadano peruano, don Ricardo Bravo de Rueda.
El Señor de los Milagros, también conocido como Cristo morado, Cristo moreno, Cristo de Pachacamilla, Cristo de las Maravillas, Señor de los Temblores, es una imagen de Jesucristo pintada en el siglo XVII, año 1650, por un esclavo de origen angoleño de nombre Benito, sobre una pared de adobe de aproximadamente 5 m. de alto en la zona de Pachacamilla- Lima.
Actualmente, la pared se ubica en el altar mayor del Santuario del Monasterio de Las Nazarenas.
Como es de conocimiento público, la costa peruana, el litoral, limita con la placa de Nazca. Este fenómeno nos hace parte del “Cinturón de fuego del Pacífico” y es el responsable de que el Perú se encuentre en una zona altamente sísmica.
En noviembre del año 1655 Lima sufrió un gran terremoto que acabó con gran parte de las edificaciones, construcciones de la ciudad. La zona de Pachacamilla fue una de las más afectadas. Prácticamente todas sus construcciones fueron destruidas, con excepción de la pared con la pintura de Jesucristo, que quedó intacta. Este acontecimiento fue considerado un verdadero milagro y entonces se da inicio al culto popular del Señor de los Milagros.
Pocos años después, exactamente el 20 de octubre del año 1687 Lima vuelve a sufrir un fuerte terremoto que, según historiadores de la época, tuvo una duración de 15 minutos con varias réplicas.
Una vez más, Lima y el Callao sufren grandes estragos, pérdidas. Pachacamilla queda nuevamente destruida, pero de manera milagrosa, la pared con la imagen del Señor de los Milagros es la única que se mantiene en pie. Es entonces que las autoridades oficiales solicitan se realice una copia al óleo de la imagen para ser sacada en andas por las calles del centro de Lima.
La festividad del Señor de los Milagros es la principal celebración católica del Perú y la procesión es una de las más grandes del mundo, por consiguiente, esta manifestación religiosa cumple 333 años.
Por último, deseo agradecer de corazón al Señor de los Milagros el tenerme, hoy domingo, aquí presente y pedirle humildemente que ilumine y guíe cada uno de nuestros pasos sobre todo en esta época tan difícil por la que atraviesa el mundo entero.
| Andrea Santos | |
| Budapest, 2020.10.25 |
