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sábado, 19 de enero de 2019

CELEBRACIÓN DE LA MISA DE LA VIRGEN DE CHIQUINQUIRÁ



El 25 de noviembre de 2018, se celebró la misa en honor a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, una de las advocaciones con las que se venera a la Virgen María en el catolicismo. Es la patrona y reina de Colombia, de la ciudad de Caraz en Perú y de Maracaibo, estado Zulia, en Venezuela. De acuerdo con la tradición zuliana, la Chinita llegó a Maracaibo sobre las olas del inmenso lago. Cuenta la historia que en el año 1709, una sencilla mujer de nombre María Cárdenas acababa de lavar su ropa en las orillas del lago de Maracaibo, cuando repentinamente vio flotando una tablita de madera fina, blanca y lisa, averiada, que para nada llamaba la atención, cuyas dimensiones son: 26 centímetros de alto, por 25 de ancho y 3 milímetros de espesor, la cual recogió pensando en que le podría ser útil para tapar la tinaja de agua que tenía en el corredor de su casa. La mañana de un martes 18 de noviembre cuando estaba colando el café, la mujer escuchó tres golpes como si alguien estuviera llamando. Fue a ver lo que sucedía y quedó sobrecogida de asombro al ver que la tablita brillaba y que aparecía en ella, la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Por tal motivo, la mujer comenzó a gritar ¡Milagro! ¡Milagro!, de ahí proviene el nombre de El Milagro a la actual avenida junto al lago, donde estaba la casita de la lavandera. Luego de lo sucedido, numerosas personas acudieron a presenciar el prodigio, convirtiéndose por esto la casa de la humilde mujer en un lugar de veneración de la Virgen por parte de múltiples creyentes, muchos certificaron el milagro, pues habían visto la tabla con apagados colores y confusos contornos.

La “tablita” del Milagro presenta dos figuras centrales: La Virgen y el Niño Jesús coronados. A la derecha de la Virgen se encuentra San Antonio de Padua con un lirio floreado en la mano derecha. A la izquierda está San Andrés Apóstol, con un libro abierto en la mano derecha, probablemente de los Evangelios.

Una vez aceptado el milagro por la Iglesia, las autoridades acordaron llevar la Imagen desde la casa donde había sido iluminada (calle del Milagro) a la iglesia Matriz (actual Catedral). Se cuenta que en el momento de cruzar la vía hacia el lugar convenido, las personas que llevaban la imagen sintieron que un peso inmenso se había producido sobre el retablo que no los dejaba continuar. Finalmente, después de muchos ruegos al cielo y súplicas a la Virgen, uno de los presentes exclamó: “tal vez la Virgen no quiera ir a la Iglesia Matriz y prefiera la ermita de San de Juan de Dios”, para ese momento iglesia de gente humilde de Maracaibo —que está en la misma vía, pero en sentido contrario de la entonces iglesia Matriz— y así se cambió de rumbo, entonces la Santa Imagen recuperó su peso y se dejó conducir a su elegido aposento, hoy Basílica Menor dedicada a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y San Juan de Dios, desde donde la Virgen protege a su pueblo.


Grupo Católico Hispanoamericano