Ha nacido en un portal de Belén el niño Dios…
Para todos fue una Navidad de mucha cercanía con el niño Jesús. Lo necesitábamos, pues al estar lejos de nuestros países y también de nuestros familiares, nos sentíamos acogidos pero también nos identificábamos con la Virgen María , quien también tuvo que salir de Belén y tener a su niño antes de lo previsto, en un lugar donde ella seguro que no lo esperaba: en un pesebre. Sin embargo su confianza a los planes de Dios, fue esperanza y alegría para los más pobres. Nos sentíamos abriéndonos a los planes de Dios, disfrutando de estar de varios países, como pastorcillos, en una actitud de adoración, de alegría y de esperanza ante el Señor hecho niño en la Eucaristía. Sí, sabíamos que él estaba presente y vivo en ése pedacito de pan. Así, con mucha fuerza cantábamos como los pastorcillos en la Misa, la canción del tamborilero: ¡El camino que lleva a Belén, lo voy marcando con mi viejo tambor, nada mejor hay que te pueda ofrecer… cuando Dios me vio tocando ante él, me sonrió!
¡Feliz Navidad y un bienaventurado año nuevo!!!
Grupo Católico Hispanoamericano